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lunes, 24 de octubre de 2011

2.4 Distribución


Se entiende por distribución de un tóxico su localización y concentración en los diferentes tejidos.
La distribución no es la acción de transportar el tóxico. Por ejemplo, cuando se dice que un compuesto se distribuye en los órganos A, B y C, no se refiere a como el compuesto se desplazó desde la superficie de absorción hasta los órganos A, B y C, sino al hecho de que el tóxico aparece en esos órganos con una concentración a, b y c respectivamente.
Una vez que el tóxico ha llegado al torrente sanguíneo, se puede transportar a distintos destinos:
  • sus sitios de acción
  • uno o varios almacenes de depósito. Los almacenes de depósitos son los sitios donde se puede acumular el compuesto y que no es su sitio de acción. Ejemplos de almacenes de depósito son el hígado, los riñones, el tejido adiposo y el tejido óseo
  • diversos órganos para su biotransformación
La distribución depende de:
  • del flujo sanguíneo,
  • la velocidad de difusión en las interfaces sangre-tejido, la cual depende del coeficiente de partición,
  • la permeabilidad de la membrana y
  • de la afinidad del tejido por el compuesto.
En el camino hacia el sitio de acción, el compuesto puede ser:
  • captado por las proteínas plasmáticas
  • transportado hacia determinadas células
  • ver restringido su paso por membranas selectivas
  • ser lo suficientemente liposoluble como para ser almacenado en el tejido graso.
Unión a Proteínas

Los xenobióticos se pueden ligar reversiblemente a las proteínas plasmáticas, por medio de distintos tipos de uniones: interacciones hidrófobas, puentes de hidrógeno y fuerzas de van der Waals. La molécula de proteína tiene un número limitado de sitios donde se pueden ligar, tanto los xenobióticos, como los compuestos endógenos. Así que, un agente determinado tiene que competir con los demás compuestos (xenobióticos y/o endógenos) por los sitios de unión disponibles. La unión reversible del compuesto a las proteínas impide la difusión simple pero no limita su transporte activo.


Transporte a tejidos especiales

El hígado y los riñones cuentan con mecanismos de transporte activo, por lo que pueden captar muy diversas substancias para almacenarlas, biotransformarlas y/o excretarlas.


Transporte hacia tejido óseo
Ciertos iones, como los floruros, el plomo y el estroncio, se intercambian en las interfaces entre los huesos y el fluido extracelular. El hueso es almacén de depósito para el plomo y es el sitio de acción del floruro, donde produce fluorosis ósea.


Barreras de exclusión

Los compuestos, como ya vimos, se pueden acumular en un sitio pero también pueden ser excluidos de otros. La barrera sangre-cerebro, aunque no es absoluta, protege al SistemaNervioso Central (SNC) de la exposición a muchas substancias químicas. Lo mismo sucede con la barrera placentaria que protege al feto y en la barrera testicular que protege a los testículos.
La barrera del SNC consiste de tres mecanismos de exclusión:
  • las células epiteliales de los vasos capilares del SNC están íntimamente unidas no dejando poros acuosos entre las células. Esto impide la difusión de substancias polares de bajo peso molecular
  • los capilares del SNC están rodeados de células gliales (astrocitos) imponiendo una película adicional que cruzar
  • la concentración de proteínas en el líquido intersticial del SNC es la más baja de todo el organismo, haciendo que los lípidos no cuentan con transportadores intercelulares.
La protección que proporciona la barrera varía, de una región del cerebro a otra, debido a las diferencias en el suministro de sangre y en la permeabilidad de la barrera.

Factores que afectan la Distribución

Los dos factores que más influencian la distribución son, el flujo sanguíneo y la afinidad de los distintos órganos o tejidos por el agente.
La distribución puede cambiar con el tiempo. Por ejemplo los bifenilos policlorados (BPC), primero se distribuyen al hígado y los músculos, con el paso del tiempo se redistribuyen a la piel y al tejido adiposo. Los compuestos se redistribuyen cuando su concentración en los distintos órganos cambia, debido a que los procesos de acumulación, salida, biotransformación y excreción tienen velocidades diferentes en los distintos órganos en los que se distribuye.
La fracción libre del compuesto, la porción que se encuentra en el plasma no unido a proteínas, se encuentra en equilibrio con todos los órganos y tejidos del cuerpo y la concentración en cada tejido depende del coeficiente de partición respectivo.
En la distribución, al igual que en la absorción, la liposolubilidad juega un papel muy importante.


Volumen aparente de Distribución

El volumen aparente de distribución es una forma de relacionar la cantidad de tóxico en el cuerpo con la concentración plasmática y se calcula dividiendo la dosis suministrada por la concentración plasmática. Los compuestos que se unen fuertemente a las proteínas o que son muy lipófilos se encuentran en concentraciones muy bajas en el plasma, haciendo que se estimen volúmenes aparentes de distribución muy grandes, 100 litros o más. Este valor no tiene ningún significado fisiológico, sin embargo los compuestos menos afines a las proteínas y medianamente lipófilos tienen volúmenes aparentes de distribución alrededor de 7 litros, que es el volumen medio de sangre en adultos.






Bibliografía


http://superfund.pharmacy.arizona.edu/toxamb/c2-3-2.html














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